Sobre el suelo, en un charco,
que semeja un espejo,
reflejado en su marco
duerme un olmo ya viejo.
Superficie brillante
en el agua tensada,
donde mira el gigante
su soledad cansada.
Mas de polvo una mota
ha truncado el hechizo,
¡ya todo lo alborota
y todo lo deshizo...!
Agitándose empiezan
las ondas muy veloces
y su danza comiezan
pregonándolo a voces.
Se alborota la charca,
la mira el olmo viejo,
¡ha dejado su marca
la mota en el "espejo"!
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